CAPACITOS DE COMUNIÓN

Todo surgió cuando mi hijo hizo su primera comunión. Llegó el Corpus y como manda la tradición había que ponerle al niño unos pétalos en una bandeja o cesta. Sinceramente… no veía yo a mi marinero con esos aparejos. Que no digo que no estén bien, pero a mí no me molaban lo suficiente, y a él tampoco. Así que empecé a maquinar otras posibilidades. Miraba y no veía más que capazos y peces por todas las partes… ¡¡¡Y me encantaba la combinación!!! Cogí un capazo pequeño y le pinté un pez.  Él fue tan contento… y yo también.

Más de uno he vendido en diferentes colores… uno muy especial a una mamá embarazada que quería meter dentro a su bebé y hacerle unas fotos… me hubiera encantado verlas…

Luego han ido surgiendo encargos. Trabajos muy interesantes. Retos con los que disfruto mucho. Veo el vestido y creo algo que le encaje. Soy consciente de lo especial que es. Así que le dedico tiempo y le pongo mucha sensibilidad. Busco lazos, tules, puntillas, flores, colores… todo lo que  se me pueda ocurrir para que el capazo esté a la altura del momento.

Es muy gratificante verl@s en su día, con una de mis creaciones.

He aquí el último de la colección:

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